El calentamiento deportivo no solo es conveniente antes de la práctica de cualquier actividad física, especialmente en condiciones ambientales adversas o ante actividades deportivas intensas o exigentes fisiológicamente, sino que es de vital importancia para la correcta práctica de la misma.
Los estudiosos Matveev (1985) y Platanov (1993) definen el calentamiento como: "La parte preparatoria e introductoria de una actividad motriz de esfuerzo considerable y/o como la fase inicial de cualquier tipo de sesión de carácter físico – deportivo"
Entre los beneficios del calentamiento deportivo se encuentran las mejoras de las posibilidades orgánicas de tipo fisiológico y físico; la motricidad corporal al afectar a la coordinación y el equilibrio; mejora la actividad cardiaca y la respiración; prevención de lesiones al proteger los músculos y las articulaciones.
Fases del calentamiento
1. Movilidad articular: Se trata de calentar más rápidamente los distintos segmentos corporales. Son movimientos de las articulaciones llevando un orden lógico, bien ascendente o descendente (tobillos, rodillas, cadera, hombros…).
2. Estiramientos globales: Mantener el estiramiento de 10 a 15 segundos sin llegar al dolor. No debemos hacer rebotes ni movimientos bruscos para evitar la lesión. Más tiempo de estiramiento en el calentamiento afecta la capacidad contráctil del músculo con las consecuentes pérdidas de rendimiento.